Lo que hacemos

El deporte tiene el poder de ser una fuerza unificadora para el bien en la sociedad en formas muy poco más que lo puede hacer. Al aprovechar este poder y actuar colectivamente, la diversidad de actores involucrados en el mundo del deporte tiene el potencial de generar impactos concretos para los afectados por el deporte.

A través de nuestro programa de transformación Consejo Asesor, el Centro reúne una alianza sin precedentes de organizaciones intergubernamentales, gobiernos, organismos deportivos, atletas, anfitriones, patrocinadores, locutores, representantes de la sociedad civil, sindicatos, empleadores y sus asociaciones, e instituciones nacionales de derechos humanos. Estas organizaciones se han unido en el entendimiento de que hay una generación de trabajo por hacer para alinear completamente el mundo del deporte con los principios fundamentales de dignidad humana, derechos humanos y derechos laborales.

El Centro realiza una serie de actividades en un marco de intercambio de conocimientos, creación de capacidad y aumento de la rendición de cuentas. La labor del Centro se basa en las normas internacionales de derechos humanos. En el cumplimiento de este mandato, el Centro se compromete a ser independiente, basado en principios, inclusivo, diverso, colaborativo, accesible y confiable. 

El Centro es un convocante imparcial y un espacio seguro para alinear la acción de múltiples partes interesadas. Dentro de todas las actividades hay un enfoque explícito en el apoyo a los gobiernos, los actores anfitriones, los órganos de gobierno deportivo, las federaciones internacionales y las empresas. Cada uno tiene un papel único que desempeñar en la promoción de los derechos humanos y la implementación de sus deberes y responsabilidades para: prevenir daños en línea con el Principios de oportunidad deportiva, adoptar un enfoque transversal claro en el fortalecimiento del acceso a recursos efectivos para los grupos afectados y comunicar de manera transparente el progreso hacia la implementación total. 

El trabajo del Centro se enmarca para responder a las partes interesadas clave afectadas por el deporte: los atletas, las comunidades, los trabajadores, los voluntarios y funcionarios, los periodistas y los fanáticos, así como los grupos transversales que pueden tener vulnerabilidades particulares, a saber, los niños, los derechos humanos defensores, mujeres y niñas, personas LGBTI +, personas con discapacidad, migrantes, grupos minoritarios y étnicos, pueblos indígenas y comunidades históricamente desfavorecidas.

Al priorizar la acción, consideramos la gravedad y la probabilidad de que surjan riesgos para los derechos humanos, el potencial para un cambio positivo y las oportunidades para aprender, crear conciencia y aumentar la capacidad.