Tres prioridades para el futuro del deporte

Centro de Deporte y Derechos Humanos

Mi primer acto no oficial para el Centro fue asistir y participar en el Sporting Chance Forum en diciembre, alojado en París con la UNESCO y el Instituto de Derechos Humanos y Empresas (IHRB)

Asistieron al Foro más de 300 representantes de alto nivel de gobiernos, organismos deportivos, organizaciones intergubernamentales, actores anfitriones, patrocinadores, organismos de radiodifusión, sociedad civil, sindicatos, empleadores y sus asociaciones e instituciones nacionales de derechos humanos, así como muchos atletas.

Las discusiones abarcaron dos días y una variedad de temas, incluido un enfoque especial sobre las sobrevivientes de abuso sexual, los derechos de los atletas, la seguridad de los trabajadores, el monitoreo de los fanáticos, la libertad de prensa, los derechos de los niños y el bienestar de la comunidad.

Cerré el Foro con tres reflexiones en particular.

Las estructuras actuales en el deporte para quejas y remedios no son suficientes.

No abordan los riesgos para los niños, el acoso y la agresión sexual, los que no tienen representación sindical y la protección de los deportistas con estatus de refugiados, entre otras lagunas. Un área clave de enfoque en el trabajo del Centro en el futuro será cómo apoyar la creación o mejora de mecanismos creíbles y efectivos para abordar estas brechas críticas.

De la acción colectiva al valor colectivo.

El Centro es el producto de muchos años de consultas, compromiso y desarrollo. Con el tiempo, hemos desarrollado un fuerte sentido de propósito compartido y una voz colectiva por parte de los representados en el Consejo Asesor y una red más amplia. Nuestro desafío ahora se dirige a convertir esa voz y ese propósito en valor colectivo.

Esta propuesta plantea una pregunta de dos partes: ¿qué valor puede movilizar el Centro de su Consejo Asesor y su red, y qué valor podrá ofrecer el Centro a aquellos afectados por el deporte para mejorar sus situaciones?

Caminando el camino.

Estamos en un punto en el que el movimiento se ha movilizado y es importante traducir la teoría del cambio detrás de la creación del Centro en acciones concretas.

Hacer esto con éxito implica un cambio significativo y sistémico dentro del mundo del deporte, que ya ha comenzado. Algunos de los principales órganos rectores del deporte han hecho compromisos políticos históricos con los derechos humanos, pero no todos. 

Estos compromisos son cruciales y conducen a un esfuerzo mayor y crítico para integrar los derechos humanos en los eventos deportivos, así como difundirlos entre las actividades y los actores a nivel regional y nacional, y en la cultura del deporte en general. Hacerlo requiere esfuerzos para descomponer los derechos humanos en algo que el deporte pueda entender fácilmente, junto con pasos prácticos para la acción. Esa es quizás la parte más emocionante de esta nueva función, la oportunidad de trabajar con todos ustedes para dar vida a esta parte de la gestión del cambio del trabajo del Centro.

Espero con interés participar en todos estos frentes a medida que avanzamos en 2019, y espero que continúen participando, apoyando y desafiando al Centro a medida que avanzamos. 

Juntos,

Mary Harvey
CEO, Centro para el Deporte y los Derechos Humanos

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